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y a las islas

¿Quién las cuida?

Una de las características que hace diferente y especial a Tintipán, es que esta es considerada Parque Nacional Natural, por lo cual se supone que el turismo en esta área debe desarrollarse de una manera sostenible. Es importante para adentrarnos en este tema  conocer las funciones de esta entidad, y más importante reconocer si las cumple debidamente o no. 

La tarea principal de PNN  más allá de preservar las áreas protegidas, es ser la encargada de consolidar un ejercicio de autoridad ambiental a través de diversos procesos, donde se busca evitar cualquier alteración o deterioro que se pueda encontrar en el medio ambiente y sus ecosistemas, también teniendo en cuenta no únicamente la parte ambiental, sino temas culturales que se desarrollan en cada isla del Archipiélago, trabajando de la mano con las comunidades locales.

En este caso puntual Tintipán hace parte del Parque Nacional Natural Islas Corales del Rosario y San Bernardo, la cual está comprendida en tres zonas en donde hay mayor capacidad de manejo, que en este caso son el Archipiélago de Nuestra Señora del Rosario ubicada en la zona norte, Archipiélago de San Bernardo ubicado en la zona sur y por último gran parte de Barú. Estas áreas protegidas tienen 120.000 hectáreas netamente marinas, que son la principal jurisdicción de esta entidad, es decir desde la línea de más alta marea hacia la más baja.

Esta tiene unos programas que permiten estar al tanto de cada área competente los cuales son: ecoturismo, prevención, vigilancia y control, educación ambiental, investigación y monitoreo y recursos hidrobiológicos. Los principales retos que surgen como organización en cuanto a cada uno de estos programas giran en torno a la mejora de la capacidad de manejo, para cumplir con la oferta y demanda que existe en el turismo en estas zonas, por lo cual se crean mecanismos para poder mitigar esta problemática. 











El trabajo principal que desarrollan en la isla Tintipán gira entorno a la regulación de las actividades que puedan afectar el desarrollo de los ecosistemas marítimos, enfocados principalmente en estrategias de educación ambiental, para que cuando lleguen las embarcaciones el personal asignado les haga advertencias sobre cómo debe ser el cuidado en esta área y como aplicar las buenas prácticas ambientales. Además estos cuentan con un patrullaje diario para prevenir las situaciones que se puedan presentar y se hace control en caso de gravedad.

Toda esta valiosa información fue suministrada por un funcionario que netamente aceptó hablar sobre las funciones de esta institución, pero sin que él apareciera como fuente, ya que todo lo anterior puede ser encontrado fácilmente en la página web y él se encargó de exponernos unas diapositivas que contienen diversos temas pertinentes para hablar de sostenibilidad ambiental, por lo cual no se pudo establecer un contacto para resolver demandas puestas por la comunidad que habita esta Isla.
Pero surge aquí la verdadera pregunta de quién realmente cumple el papel de ser protector de esta zona que ya ha sufrido los impactos negativos de la pesca con dinamita y el turismo que no cuenta con un control total que permita hacer realmente énfasis en los cuidados y precauciones para la preservación, ¿realmente están haciendo su deber?

Los nativos y habitantes en general hablan de la poca compañía que sienten por parte de esta entidad, pero ninguno se atreve a hablar directamente con ellos, porque sus respuestas a solicitudes  en ocasiones anteriores han sido casi que inservibles. Ellos cuentan que se han dedicado simplemente a poner denuncias de construcciones realizadas hace más de 30 años, o incluso a vender terrenos que no les pertenecen.
Nosotras como estudiantes investigadoras, al querer tener un acercamiento más completo con la sede de estos en Isla Múcura, fue un poco difícil ya que las respuestas eran un tanto amenazantes en cuanto a querer hablar de temas que pueden resultar incómodos para ellos, a pesar de todo decidimos continuar con la entrevista, pero no dieron autorización para usarla en este proyecto, se enfocaron únicamente en hablar de sus labores en temas estrictamente generales. 

La comunidad ha sido la encargada de mitigar los problemas que surgen con el paso de los días  y  han sido los mismos habitantes que han migrado a este sector los que han enseñado las prácticas en pro del turismo sostenible a los nativos de todo el Archipiélago, pero principalmente en Tintipán, donde algunos dueños de hoteles dieron en el pasado alternativas para erradicar con la pesca con dinamita y y también las han brindado para el control de las basuras en la zona turística, que a pesar de todo sigue siendo la segunda mayor problemática de contaminación en este sector.
Este tema suele ser difícil porque se supone que en lugares de conservación como estas islas, no debería existir turismo por ningún motivo, pero esto ya es completamente  imposible, porque ya se establecieron grandes comunidades que cuentan con una relación de sustento con la vida marítima, pero para esto se supone que existe la regulación que tiene esta entidad, que, para ser sinceras no se evidencia, por lo que relataron nuestras fuentes y ya que en temporadas altas en el turismo se reciben grandes cantidades de visitantes que dejan sus basuras en un lugar que no tiene como desecharlas.

Principalmente los nativos y trabajadores provenientes de Santa Cruz del Islote son los que menos representación sienten por parte de esta entidad, ya que son años los que llevan luchando por sacarlos del único lugar donde cuentan con vivienda, intentando  trasladarlos  a diferentes lugares como Tolú, Cartagena o Sincelejo, donde no les explican cómo será el proceso de reasignación y si podrán tener algún sustento, en pocas palabras se han dedicado a ser los enemigos de toda la comunidad. Incluso los dueños de los diversos hoteles y cabañas no han estado exentos de estas amenazas constantes, les han llegado diversas denuncias por intentar evitar que las islas desaparezcan, ya que estos utilizan las piedras que el mar trae consigo para defenderse de la creciente marea, mientras que ellos se refugian en el argumento de que en cualquier momento la isla debe desaparecer, sin pensar en que esta es el hogar de cientos de personas.

No existe ningún equilibrio entre conservación y turismo, porque todo se ha convertido en una convencía económica, en estos importantes cargos hay personas que ni siquiera conocen las islas, o que no tienen el debido conocimiento de especies y vida marítima, dicen que la culpa la tienen los habitantes, nativos o turistas para lavarse las manos, pero son ellos mismos los que han generado esta rivalidad entre comunidades, son muchas las preguntas que quedan al aire para esta entidad, que realmente confirma con su actitud que no están haciendo correctamente su trabajo y entonces 
a las islas, ¿Quién las cuida?

OFINICA PARQUES NACIONALES NATURALES EN MÚCURA_edited.jpg
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